Buen oído policial frustra robo a Caja Los Héroes de San Felipe

Pudo ser un robo de película. Alto nivel de preparación y de logística.  Pero algo falló.

El grupo de delincuentes puso en ejecución su plan a primera hora de la tarde de este sábado, ingresando a una casa sin moradores ubicada en calle Portus, frente a Coopeuch. Desde esa vivienda, pasaron a otra propiedad, la del Colegio Vedruna y, a través de ella, llegaron a un local comercial, al que entraron quebrando un vidrio. En ese lugar, contiguo a la sucursal donde pretendían perpetrar el millonario robo, dejaron todas las herramientas necesarias. Contaban con un oxicorte, un cilindro de oxígeno y un balón de gas de 15 kilos de color blanco.

Hasta ese momento, la logística funcionaba.

Tenía que oscurecer. A eso de las 23 horas, había que activar la segunda parte del plan, para ir por la Sucursal de la Caja Los Héroes. Con diferencia de 6 minutos, hubo 2 incendios vehiculares. En el primero, en 12 de Febrero-Nicolás Maruri, se detectó presencia de acelerante. En el segundo, en San Martín-Navarro, una falla eléctrica de un vehículo viejo

A esa ahora, varias unidades de Carabineros, a cargo del Capitán Manuel Sepúlveda Echeverría, se desplazaban por la ciudad. Sentían algo extraño que los mantenía en alerta. Un grupo de individuos pegó unos cadenazos en Freire-Toro Mazote, para dejar sin luz el centro de San Felipe. Además, cuando se impuso el silencio, sintieron el sonido de trabajos no habituales en Santo Domingo-Coimas.

Los delincuentes lo intentaron, pero no les resultó. No alcanzaron ni siquiera a ingresar las herramientas hasta el local de pago de pensiones. El sonido de la alarma, incesante e implacable, le regaló a los amigos de lo ajeno un categórico “siga participando”. Una clara invitación a alejarse del lugar. Además, la policía le “respiró en la oreja”

Y huyeron. Sin pan ni pedazo. Con la sensación de fracaso, con un par de millones de pesos en herramientas, botados en un lugar que no conocían. Pero libres.

La mitología dirá que pasaron a un lugar cercano a “servirse algo”. No alcanzaron a tomar ni siquiera un sorbo. Un vehículo los recogió en Portus con Santo Domingo. Y difícilmente volverán a San Felipe. Acá la cosa no es fácil.

 

 

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