Ajuste de cuentas en Aconcagua

Este jueves fue sepultado, en medio de un amplio operativo policial, Carlos Max Contreras Contreras, quien fue acribillado en Villa El Horizonte de Los Andes.

Se trata de un vecino de San Felipe, quien era parte de una banda que operaba en el sector norte de la ciudad, y a quien el líder de una organización rival tenía “encargado”, después de constatar que había “mancillado” su honor. Eso en los códigos del hampa no se perdona. Con eso no se juega.

A Carlos Contreras lo mataron. Lo mataron desde un vehículo en movimiento, que lo seguía desde San Felipe; tras recibir los balazos, chocó contra el acceso de un templo evangélico (foto). No era una blanca paloma. Sus sicarios y el “valiente” que lo mandó a matar, tampoco.

Son valientes con escolta y con armas; en sus vehículos de alta gama que suenan como arpa vieja y música punchi punchi, aparte de hacer el ridículo, son unas lacras. Solos no valen nada. Unos y otros.

En este hecho, al personal del ABC que se constituyó en el lugar, le llamó la atención la presencia de tres ciudadanos venezolanos, quienes claramente no eran vecinos del lugar.

El Fiscal Jefe de Los Andes, especialista en temas de narcotráfico, Ricardo Reinoso Varas, se refirió a este caso.

El funeral de Carlos Max Contreras Contreras se efectuó este jueves en San Felipe, con amplia escolta policial. No hubo incidentes. Tampoco hubo lanzamiento de fuegos artificiales.

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