Aconcagua no quiere una nueva constitución

Chile dijo por segunda vez que no quiere una nueva Carta Magna. A la mayoría del país no le gustó la propuesta progresista y refundacional, tampoco la conservadora y regresiva. Ambas no se encargaron de solucionar los problemas que se viven en nuestro país y la gente, nuevamente, lo hizo sentir.

Las prioridades son pensiones, educación, vivienda y salud. Se dará cuenta de eso la clase dirigente? En qué se ha avanzado desde el estallido?

La jornada de este domingo comenzó tarde en Aconcagua. Si bien las mesas debían recibir electores desde las 8 horas, un gran número de éstas fue constituida recién a eso de las 9.30 horas. Faltaron vocales, hubo quienes se repitieron el plato y otros, que sin quererlo, debieron cumplir con esa gran labor cívica.

Pero, por otro lado, hubo más recintos de votación en todas las comunas, lo que permitió que el proceso fuera más fluido, con menos atochamientos y que, antes de la hora de almuerzo, un buen porcentaje de la ciudadanía ya hubiera cumplido con su deber cívico.

Donde sí había fila era en Carabineros. Esto, para acreditar que se estaba a más de 200 kilómetros de distancia del lugar donde se debía sufragar.

En Los Andes, debido a la actividad minera, este tópico fue el más relevante que debió enfrentar la policía uniformada, como lo confirmó el Comisario Humberto Garrido.

Mientras, en la provincia de San Felipe se registraron un par de incidentes, tal como lo dio a conocer el Comisario Jorge Guzmán.

En todas las comunas de Aconcagua la opción “en contra” se impuso por amplio margen. Una clara señal de las vecinas y vecinos de nuestro valle, de que sus prioridades son otras. Más simples; pero al mismo tiempo, más determinantes para su futuro.

Y eso, quienes forman parte de la “política”; del lado que sea, no lo leen ni lo entienden. En definitiva, es legítimo que las y los ciudadanos, la gente de la calle, pueda pensar que no les importan.

Que le damos lo mismo. Y que sólo importan ellos.

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