Roco: Corazón de sanfelipeño

Héctor Bernardo Roco Lucero tenía 59 años cuando decidió partir. Un hombre, dentro de todo, joven; que superó todos los obstáculos posibles para cumplir sueños y desafíos.

Debutó a los 17 años en Unión San Felipe. Desde esa edad hizo sentir su calidad, enorme personalidad y liderazgo. En 1988, aún con voz de niño, se paró frente a los dirigentes para pedir mejorar en el botiquín del plantel. Y lo logró.

Su buena campaña en el ascenso de ese año, lo llevó a Naval de Talcahuano, donde se transformó en figura, referente y capitán; como en todos los equipos en que jugó.

Lo mismo ocurrió en Everton, donde estuvo 6 temporadas. Posteriormente pasó a Unión Española y volvió a Unión San Felipe para lograr el ascenso en ese recordado equipo, dirigido por Raúl Toro.

Roco no sabía de diplomacia fuera de la cancha; tampoco dentro de ella. Quienes lo conocían eran sus mayores y mejores defensores.

Hoy todo es recuerdo. Lo importante y lo anecdótico dejó de escribirse a las 5 de la mañana de este 24 de septiembre. El Cabezón, o el Tito, quiso parar; y la vida se cuadró con su último e íntimo deseo.

En sus años más recientes, Roco encabezó escuelas de fútbol, trabajó con las selecciones de Panquehue y Santa María; también dirigió equipos como el de los Abogados de Aconcagua. Al mismo tiempo, fue el líder de la última gran campaña del Uní Uní, la de esa recordada final contra Melipilla, que perdió el ascenso en definición a penales.

Querido Cabezón: tu honestidad y tu lucha te permitieron vivir y dormir tranquilo. Pero, más allá de tu probada capacidad, trataron de aislarte. Y en algunos casos; los mínimos, lo lograron.

Hoy, los mismos que te criticaron, cuestionaron o apedrearon; te reconocen. Y eso ocurre en todo el país.

No llegaste a la selección, pero nadie puede discutirte que fuiste un jugador de primera. Si, el mismo que surgió en la Población San Felipe, y que se transformó en referente de Everton, por 6 temporadas.

Según informa Funeraria La Unión Sus seres queridos y amigos podrán acompañarlo a partir de las 14:30 horas del jueves 25 en la Sala Múltiple de San Felipe, donde se le rendirá un homenaje lleno de respeto y cariño. Más tarde, a las 20:30 horas, se celebrará un oficio religioso en el mismo lugar.

El día viernes 26 de septiembre, a las 10 de la mañana, se realizará un nuevo oficio religioso en su honor. Posteriormente, a las 11 horas, le brindaremos un último adiós en el Estadio Municipal de San Felipe, para luego acompañarlo hacia su descanso eterno en el Cementerio Municipal Alcalde Matías Tapia, San Felipe.

Querido Cabezón, Tito o Héctor, gracias por toda tu historia; por tu orgullo, tus éxitos y las alegrías.

Dile a la depresión que no la queremos, pues nos impidió seguir disfrutando de tus consejos, conversaciones y enseñanzas.

Te queremos por siempre.

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