Hoy San Felipe volvió a vivir un 3 de agosto como los de antes.
Ese 3 de agosto que parte con tacos en las calles, por el cierre de la Plaza; con el saludo de la autoridad a las 8 de la mañana, como una verdadera cadena comunal.
Ese San Felipe, donde las y los nacidos en esta tierra bendita, se levantan cantando “Aconcagua es mi tierra querida…”; donde las diversas instituciones llegan a la Municipalidad, saludan, y después se comen un rico trozo de torta de mil hojas, acompañado por un humeante café.
Eso es San Felipe, una ciudad de gente simple, que ama su patria chica y que la recuerda donde esté. Ya sea en el Valle de Aconcagua, o en cualquier punto del país o del mundo.
Después del Te Deum en la Catedral, se desarrolló el tradicional Acto de Conmemoración de la Fundación de la ciudad.
En su discurso, la Alcaldesa Carmen Castillo enfatizó en los siguientes aspectos.
Al finalizar el paso de instituciones y colegios, aparecieron los chinchineros, quienes levantaron de sus asientos a las y los sanfelipeños, para terminar con broche de oro una jornada como las de antes, como las de siempre; donde volvimos a sentir orgullo de nuestra “patria chica”.