Nueva derrota de Deportivo Perder. Quinta consecutiva

Unión San Felipe es como el Hogar de Cristo. Ayuda al desamparado. Alimenta al hambriento. Le da vida al que desfallece. Es la generosidad transformada en equipo de fútbol.

Le ha permitido ganar a conjuntos que llegan con impresentables rachas de derrotas. Le regaló la punta del campeonato a Cobreloa. Y una fecha después, se la restituyó a Magallanes. Y este lunes, le permitió volver al triunfo a un equipo como Santa Cruz, que no ganaba desde hace más de un mes.

Suárez le metió mano al equipo. Lo sacó a Melo. También a Salinas y a Egaña. Los reemplazó con Heredia, Quiroz y González. Cambió para que nada cambiara. Los errores fueron los mismos. Y el resultado, catastrófico. Otra derrota. Otra goleada en contra.

Nicolás Suárez, fue un destacado futbolista, pero eso no garantiza que vea bien, o analice correctamente este lindo deporte. No ve bien el fútbol. Y se nota poco trabajo en el equipo. ¿Cuántos goles de pelotas detenidas le han hecho al Uní Uní?

Pero si Nico no tiene las habilidades para el cargo, no es su culpa. Es de quien lo pone en el cargo. O sea, de Delgado. Este martes, será un martes de decisiones en Unión San Felipe. Es posible que Suárez no siga al mando del primer equipo. No quieren quemarlo. Y están agradecidos de él.

Es inminente un nuevo cambio de técnico. ¿Qué se necesita? ¿Un Clavo Godoy? es lo más lógico, pero eso es imposible con los propietarios de Unión San Felipe.

¿Qué viene ahora? Encomendarse a los santos, rezar. No salir de la liguilla. Y, en lo posible, ascender.