Para muchos era Huguito, para otros era Don Hugo. Hugo Benjamín Olguin Cataldo tenía 78 años. Era un gran tipo, discreto; pero cariñoso y preocupado.
Pese a su porte pequeño, se notaba. Y mucho. En la calle, en el banco, en su negocio, donde fuera.
Hijo de Doña Adriana y Don Benjamín, hace unos años había enviudado de la Sra. Carmen Alarcón, con quien tuvo dos hijas: Adriana y Ester, quienes le regalaron 4 nietos.
Siempre vivió en calle Freire, donde es velado antes de partir a su última morada.
Un tipo querible, carismático, bailarín por excelencia. Era gracioso, incluso se reía de sí mismo por un lunar que lo identificaba como “el Chato Olguín”.
Hizo crecer la marca “Helados Olguín” y la transformó en icono de Aconcagua. Comenzó a funcionar todos los días. Es el gran responsable de que nuestro valle fuera conocido a través de sus productos.
Su sobrino Francisco Alarcón le dedicó sentidas palabras.
Los restos de Hugo Olguín Cataldo serán velados en su casa de calle Freire 224, en San Felipe. Su despedida será este miércoles a partir de las 15 horas, en la Catedral de la misma ciudad.
