Gobierno acepta “renuncia” de delegada. Buscan reemplazante

Maricel Martínez Vicencio no renunció. A Maricel Martínez Vicencio la echaron del Gobierno. La echaron este viernes por su millonaria deuda en la manutención de sus dos hijas.

La ahora exautoridad le reconoció a muy pocas personas que debía. Y les señaló que había pagado el miércoles en el Primer Tribunal de Familia de Santiago, con un vale vista de una conocida entidad bancaria. A la gran mayoría se lo ha negado, incluso a gente cercana. Y están dolidas con ella por esta razón. Otras aún le creen, y le seguirán creyendo.

Hizo lo imposible por revertir este adverso escenario. De hecho, en una reacción muy visceral, viajó junto a gente de confianza, el mismo viernes desde Quillota a Santiago. Llegó hasta La Moneda, pensando en solucionar una situación que consideraba injusta. Llevaba una “bala de plata”; el correo que le solicitó a su contraparte, y que éste le respondió el mismo viernes a las 3.13 pm. “La madre de ellas paga pensión alimenticia y que a la presente fecha no me adeuda suma alguna alguna por dicho concepto”, señala el escrito.  Pero le fue mal.

Y es que lo importante no es pagar la deuda de pensiones alimenticias. Lo importante es no deber. Y eso, Martínez aún no lo entiende. Y tal vez, no lo entenderá nunca.

Durante el fin de semana, y sin ninguna claridad, la ahora exautoridad tramó dos ideas “brillantes” junto a su lúcido equipo; eran sus últimas opciones.

La primera, que un grupo de personas cercanas saliera a pedir 10 mil firmas en su apoyo, para llevarlas a la Casa de Gobierno.

La segunda idea era más política. Que la Alcaldesa y los Alcaldes de la Provincia firmaran una carta, destacando “la gran autoridad” que había sido. Que era víctima de infundios, de mentiras y un largo etcétera.

Durante el domingo, un funcionario de su confianza fue a “sacarle la firma” a cada edil a su propia comuna. Sólo uno de ellos pasó por San Felipe a firmar. A todos se les dijo lo mismo: “la delegada nunca ha debido pensiones de alimentos”. Se les engañó.

Y se les engañó doblemente, pues se les dijo que la misiva iba a ir directo al Ministerio del Interior, donde nunca llegó. La carta con las seis rúbricas aterrizó directo en correos y whatsapp de los distintos medios de comunicación. Y fue publicada durante la jornada.

Pero el golpe de efecto duró poco. Desde Valparaíso, la Delegada Regional, Sofía González, fue categórica. Y le puso la lápida a las intenciones de Maricel Martínez Vicencio.

“Más allá de las razones que puedan estar determinando esta decisión” repitió, cuidadosa, la Delegada González. Y es que al Gobierno le duele lo ocurrido. Que una funcionaria designada por el Presidente Gabriel Boric haya debido más de 15 millones de pesos en pensiones alimenticias, era, es y será un verdadero balazo en los pies.

Por lo mismo se tomó una decisión rápida, limpia, sin dolor y sin vuelta atrás.

Y así, sin pena y sin gloria, se termina una de las mayores vergüenzas que ha conocido la historia política reciente de Aconcagua.

Ahora viene la disputa por el cupo. Por paridad, debiera ser una mujer. La gran incógnita es qué partido político será el premiado.

Esto recién comienza…

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