El partido que Dámaso Olivos no alcanzó a jugar

Dámaso Daniel Olivos Cortéz no era una blanca paloma. Desde muy joven tuvo varias “pasadas” por la cárcel, debido a una serie de delitos de robo y tráfico

Hace poco tiempo, y tras una larga temporada “a la sombra”, había vuelto a la Villa 250 años, donde comenzó a trabajar para uno de los grupos que se dedica al tráfico de drogas en la zona sur de San Felipe. Se había transformado en un tipo temido.

La PDI lo investigaba por ser el autor intelectual del homicidio de Simón Cerda Martínez, ocurrido el 23 de septiembre de 2022 en el interior de la Discotheque Kamikaze de Carretera San Martín. Su formalización era inminente.

Las diligencias policiales habían permitido establecer que Olivos presenció, como testigo privilegiado, la forma en que un par de sicarios extranjeros, que él mismo contrató, asesinaban por error al joven cantante urbano.

A quien debían matar era a otro integrante del hampa sanfelipeño: “El Pato Lester”, quien se encontraba en el mismo centro nocturno y vestía un polerón de color rojo, al igual que Simón Cerda.

Pero este viernes pasó algo inesperado, llegó la “justicia divina”. Dámaso Olivos recibió dos balazos, uno en la cabeza y otro en el tórax, durante una reyerta en la Villa 250 años de San Felipe. Esto, debido a la larga lucha de las dos bandas que operan en el lugar. Un nuevo ajuste de cuentas.

Pese a los intentos médicos por salvarle la vida, el maleante murió en las primeras horas de este sábado en el Hospital San Camilo, como lo confirmó el Jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, Subprefecto Marcelo Lazen Moya.

En paralelo a su vida en el mundo del hampa, Dámaso Olivos era un muy buen jugador de fútbol. Pero las malas juntas y una larga estadía en reclusión, le impidieron llegar lejos.

Estaba suspendido para jugar por el Ulises Vera, donde se lucía como un volante ofensivo y con carácter, debido a incidentes ocurridos en un partido contra Unión Delicias. El castigo era por 4 años, el que fue apelado y revocado este jueves.

Dámaso Daniel Olivos Cortéz iba a volver a las canchas el domingo, cuando la primera de su club enfrentara a Juventud Antoniana.

Pero ese partido no lo alcanzó a jugar. Aunque tenía ganas, muchas ganas, de hacerlo.

El cuerpo de este temido traficante será velado en la sede de la Villa Curimón 1, justo al lado de la Escuela Carmela Carvajal de Prat.

La Policía y la Autoridad Política consideran que será un “funeral de alto riesgo” o “narcofuneral” y tendrá tratamiento de tal.

En el Municipio no son partidarios de suspender las clases del establecimiento, pues podría entregar una señal confusa a vecinas y vecinos, por lo que el lunes será un día decisivo para saber que decisión se tomará.

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