Por primera vez en años, en muchos años, la primera y segunda secciones del Aconcagua, están enfrentadas por la distribución del agua.
A fines de la semana pasada, el tramo que va desde el Puente El Rey y Llay Llay, manifestó que estaba trabajando con un 8 por ciento de lo necesario. Dijeron que se iba a perder producción, en especial de hortalizas.
El anuncio de protestas, incluido bloqueo de caminos, encendió las alertas en la Delegación Provincial de San Felipe. Buscaban desactivar el conflicto. Esto, pues hoy ni en la Delegación ni en la Gobernación Regionales, les importa la distribución del vital elemento en nuestro Valle. Se tiran la pelota.
Y pasó lo que tenía que pasar. El Ministerio de Obras Públicas intervino. Estableció la entrega de 11 metros cúbicos en el Puente El Rey para quienes manifestaron su molestia. Y la segunda sección manifestó conformidad y agradecimiento. Pero el problema no estaba completamente solucionado.
Durante el fin de semana, la Primera Sección calificó la medida como ilegal. Que se perjudicaba a 8 comunas y que se beneficiaba a los palteros. A esos mismos palteros que han plantado las laderas de cerro y que, afirman, explotan las aguas subterráneas.
El Presidente de la Primera Sección, Javier Crasemann, fue duro. Durísimo. Dijo que esto sólo se compara con los bandos que emitía la Junta Militar en plena dictadura. Todos los viernes hay un bando nuevo, aseguró.
Crasemann pidió que se restablezca la Mesa del Agua, la que dejó de funcionar cuando asumió el Gobierno del Presidente Boric. También dijo que se deben poner en funcionamiento los pozos de Curimón.
Pero que se pongan de acuerdo los regantes, hoy parece imposible.
