Molestia existe entre los regantes del Río Aconcagua, por una nueva y sorpresiva intervención del afluente.
El Presidente de la Primera Sección, Javier Crasemann, dijo que existe una actitud autoritaria de la Dirección de Aguas, la que calificó como preocupante.
El dirigente aseguró que la entidad no dialoga, que sólo habla a través de oficios, como el que llegó el 19 de octubre y que los obligó a una nueva redistribución, que modificó la establecida el 15 de septiembre. En el caso de dicha seccional, pasan de entregar quinientos a mil litros por segundo. O sea, el doble.
Crasemann señaló que, afortunadamente, los deshielos permiten “amortiguar” la merma del recurso hídrico.
No descartó reunirse con el Ministro de Obras Públicas, para informarle que le DGA está intentando administrar las compuertas, lo cual no está dentro de sus facultades.