Carlos Paredes se hizo a sí mismo. Siempre fue por más. No le importó la edad, ni nada. El tenía que crecer. Siempre fue un inconformista.
Junto a su entrañable amigo Rolando Stevenson, integró el Grupo Espiga, donde combinaban artes y espiritualidad. Un comunicador por excelencia. Aparte de un envidiable don de hablar bien, sin entrar en “adornos” lingüisticos, desarrolló la capacidad del reporteo y de escribir. Y de escribir bien.
Paredes Nida no estudió periodismo en la universidad. El estudió periodismo en la calle. Donde está la verdad. Donde las papas queman. Donde hay que meter los pies al barro. Donde se desarrolla un olfato y un sentido de la noticia que no la enseñan en aula alguna.
Por eso fue reconocido. Partió como reportero en Valparaíso en La Estrella. Llegó a ser Presidente Regional de los Periodistas. Siempre respetado y respetuoso
Estuvo más de una década en Radio Aconcagua. Y cumplía 2 roles a la perfección: Don Carlos era el hombre de las noticias. En las mañanas hacía un informativo que era un lujo para esos tiempos, los 70 y los 80, y a las 13 horas, entregaba las noticias en tiempo real. Y por si fuera poco, los domingo hacía “Domingos en mi ciudad.” Un programa familiar, generador de identidad, y que ya lleva más de 2 mil capítulos
Carlos Paredes Nida. Un sanfelipeño. Un testigo privilegiado de los 100 años de la Radio en Chile. Un hombre de radio