El pasado 6 de julio, la vida de Kevin Ferrer se derrumbó. Cambió para siempre. Ese día conducía su vehículo Subaru por la recta de Los Molles, desde Santa María a San Felipe. Perdió el control del vehículo e impactó contra unos árboles. Javiera, su pareja, y Agustín el hijo de ambos, fallecieron en el lugar.
Hipótesis hay muchas, ninguna categórica. Lo concreto, por duro que parezca, es que Javiera y Agustín dejaron de existir ante la mirada atónita de Ferrer. Y eso lo desestabilizó por completo. Del Hospital San Camilo fue derivado al Siquiátrico de Putaendo. La familia decidió trasladarlo a otro lugar, donde pueda recuperarse.
Dentro de las diligencias para esclarecer las causas del fatal accidente, la SIAT de Carabineros entrevistó a Kevin Ferrer. Pero el Teniente Maximiliano Muñoz, manifestó que la diligencia “no fue fructífera”
Hasta el momento, sólo la versión de testigos ha permitido reconstruir, en parte, lo ocurrido la mañana del 6 de julio en Los Molles. La declaración de Kevin Ferrer es clave. Pero hoy no está en condiciones médicas de ser interrogado.
