En el país que vivimos, lamentablemente se ha normalizado la trampa, la viveza, el robo. Y en ciudades como las que conforman el Valle de Aconcagua, es más importante la copucha por saber quién fue, a poder conocer cuánto fue.
En todos lados existe una persona, hombre o mujer, que intenta sacar ventaja de una posición en la cual tiene acceso a información o a recursos; en definitiva, a las mieles del poder. La justificación siempre es la misma. Si los de arriba lo hacen, por qué yo no puedo?
El día 13 de septiembre, la Alcaldesa de San Felipe Carmen Castillo, interpuso una querella criminal contra una funcionaria DAEM, por falsificación de instrumento público, suplantación de identidad y fraude al Fisco.
La mujer era la encargada de pagar servicios básicos, como el agua y la luz de las escuelas. Para concretar los delitos, abultaba los montos a cancelar. Llenaba un cheque, a nombre de una tercera persona, quien debía ir al banco a cambiarlo y depositarlo en la cuenta de ella.
El suministro se cancelaba, pero el resto se lo dejaba la funcionaria, previo pago de una “comisión” a un ayudante, plenamente identificado. Hasta el momento, el monto de la defraudado es de 25 millones de pesos, pero no se descarta que sea más, mucho más.
Al ser descubierta y encarada, la encargada de pagos no tuvo más salida que reconocer el delito. Y renunció a la Dirección de Educación Municipal de San Felipe (DAEM).
La Directora del DAEM, Natalia Leiva, junto al Alcalde (S) Hernán Herrera, entregaron más detalles.
La funcionaria, confesa y cesante, y que llegó hace diez años a trabajar a la Educación Municipal, hoy se pasea por las calles de San Felipe con total impunidad. Y con la ventaja de que, al no ser detenida ni acusada por la justicia, la presunción de inocencia está de su lado. Por lo tanto, ni su nombre ni sus iniciales pueden ser publicadas. Aunque haya reconocido sus delitos.