El hampa se maneja bajo sus propias normas. Para ellos no operan “las instituciones”.
Los homicidios, dentro de los códigos delictivos son “ajustes de cuenta” y es la forma como ellos hacen justicia, o cómo cobran: a fuego, sangre y balas.
Ahhh… y con fuegos artificiales, como si fuera año nuevo.
Este miércoles se realizará el funeral de Dámaso Olivos Cortez, quien murió tras ser acribillado en la Villa 250 Años de San Felipe.
Su cuerpo fue entregado este lunes en el Médico Legal y, aunque sus cercanos querían pasearlo por dicho sector, fue llevado sin escalas hasta la sede de la Villa Curimón 1, donde pese a que se ha alterado la bucólica tranquilidad, está siendo velado.
En las inmediaciones están apostados efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros. Esto, pues cumple los requisitos de “narcofuneral” o “de alto riesgo”. El Delegado Biprovincial, Cristián Aravena Reyes, justificó la presencia policial.
Tras una misa al mediodía en la Capilla de la Villa Curimón, el cuerpo de Olivos Cortez será trasladado en medio de estrictas medidas de seguridad hasta el Cementerio Parque La Oración, frente al Santuario de Auco.
Será el final de la historia de uno de los delincuentes más violentos de la historia reciente de San Felipe, y que era investigado por el homicidio de un inocente en la Discotheque Kamikaze