La Toma Yevide surge en tiempos de pandemia, ante la mirada atónita de la autoridad política de esos tiempos, cuando gobernaba Sebastián Piñera.
La movilización fue alentada por inescrupulosos, quienes vieron la oportunidad de ganar plata fácil gracias a la desgracia de migrantes, quienes podían acceder a un techo, pese a su condición de ilegales.
Al final del día fue una verdadera estafa; vendieron algo que no les correspondía. Pasó algo? Nada, como ocurre en Chile.
Y con el Gobierno siguiente pasó algo? Nada, como ocurre en Chile.
Con Gabriel Boric se multiplicaron las Fundaciones que recibieron recursos para trabajar en el programa de “Asentamientos Precarios”. Ganaron todos, menos los reales afectados.
Mientras esto ocurría en otros lados, la Toma Yevide crecía. Hoy deben vivir ahí no menos de 800 personas, principalmente migrantes. Así, pasó a formar parte del paisaje poniente de San Felipe.
Por lo mismo preocupaba lo que podía pasar con los incendios. Desde su creación, al menos 60 viviendas han sido arrasadas por el fuego.
Este fin de semana, pasó lo que, lamentablemente, se esperaba. Los incendios se llevaron vidas humanas, como lo comentó un impactado Comandante Juan Carlos Herrera Lillo
La Toma ha afectado la calidad de vida de todo el entorno. En dicho lugar conviven las Villas Las Camelias, la Nacional, Yevide y la Sol del Inca.
Armando Silva, quien preside el último sector habitacional, cuenta que este drama comenzó un feriado: el 21 de mayo de 2020.
La Alcaldesa Carmen Castillo quiere erradicar la Toma Yevide. Dijo que es imprescindible tener el catastro de habitantes, el que debió ser realizado por la Seremi de Vivienda y el Serviu.
Castillo señaló que el municipio hará el trabajo, para tener claridades respecto de la Toma que, lamentablemente, no le importa a mucha gente.