Sus planes iban viento en popa, pero algo pasó. Algo falló.
Tenía todo pensado. La autoridad confiaba en él, arrasó con su principal obstáculo dentro de la organización y había generado millonarias opciones laborales a una interesante cantidad de “ganapanes”, su círculo de confianza.
Se iba a ir a España a defender un postítulo a la “prestigiosa” Universidad de Valencia. Tenía acordado un permiso sin goce de sueldo, y propuso a su socia como reemplazante en la Jefatura del Departamento Jurídico de la Municipalidad de San Felipe. Nada resultó como él quería.
Mario Luis Fuentes Romero no quería ser Administrador Municipal en reemplazo de Hernán Herrera. Por ningún motivo. Sabe que ese cargo requiere dedicación total, por lo que no iba a poder dedicarle tiempo a su oficina de abogados y, algo no menor, quedaba al alcance de los concejales, quienes podrían destituirlo si tenían alguna dificultad con él. Por eso quería que el cargo fuera ocupado por alguien “manejable”.
Estaba bien donde estaba. Pero, sin llegar a cumplir un año en la Municipalidad de San Felipe, se granjeó una importante cantidad de enemigos, que se sentó a ver su caída. Como se dice en política: “para ver pasar el cadáver del enemigo”. Y le cobraron rapidito los malos tratos, la denostación, la “supuesta” superioridad intelectual y todo lo que pareciera turbio.
Mario Luis está fuera. No llega al jueves. La Alcaldesa no le habla desde el viernes. Lo metió al congelador, tal como lo hizo con Hernán Herrera, Pedro Caniguante, Marité Urbina, Karina Roco. Y, si se trata de entender el estilo de Carmen Castillo Taucher, esa señal es, ni más ni menos, que el paso previo para la salida del Edificio Consistorial.
Este lunes, al ser entrevistado por Marcelo Jara en Radio Líder, Mario Luis Fuentes Romero entendió que estaba de salida y que no podía irse sin pena ni gloria, menos humillado. Por esa razón, tiró el mantel con todo.
Y, al final, Mario Luis Fuentes Romero quiso provocar un escenario aún más agresivo en el que, lamentablemente para él, no tendrá correlato.
Como nos dijo una de nuestras fuentes que habita el Edificio Consistorial: “Se respira otro aire”. Esperamos que eso sea real y, que se piense en la ciudad y no en algunos legítimos, pero mezquinos intereses.
La Alcaldesa Carmen Castillo tiene una gran oportunidad: reencantar a quienes vivimos en San Felipe y pensar, entre todos, que podemos tener un mejor mañana.
