Cuatro oficiales de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), fueron formalizados por el cuasidelito de homicidio con resultado múltiple, debido a su responsabilidad en la tragedia del avión Hércules C-130, que cayó al Mar de Drake con 38 personas a bordo, quienes murieron la tarde del 9 de diciembre de 2019.
Los imputados fueron identificados como: Julio Ojeda, Marcelo Mella, Allan Asenjo y Eduardo Mosqueira.
Aunque la FACH señaló que no pudo determinar la causa del fatal accidente, el Fiscal Regional de Magallanes, Eugenio Campos, logró establecer que éste ocurrió debido a una explosión originada en el ingreso de cargas eléctricas a los estanques de combustible.
Tras más de 3 años de investigación, Campos aseveró que la aeronave no estaba apta para despegar, ni siquiera desde Santiago. Detalló que a enero de 2019, el avión registraba 32 discrepancias o fallas que debían ser reparadas y que, al menos dos, impedían que el Hércules C-130 siguiera operando. Pese a ello, y sin solucionar ninguna de las incidencias, en octubre de 2019 aprobó la certificación de aeronavegabilidad. Un milagro. Increíble, pero real.
Una de las víctimas fue el Cabo sanfelipeño de la FACH, Luis Arturo Montoya Soto. Su familia no ha descansado, la mezcla de desconfianza hacia el estado, el dolor, la necesidad de justicia, movilizan a Caroline Carvacho, su esposa, quien conversó con Raúl López de Fuerza Informativa Aconcagua.
Los cuatro oficiales de la Fuerza Aérea formalizados, quedaron con las cautelares de arraigo y firma mensual. Como lo señaló la esposa del Cabo Montoya, el plazo de investigación establecido por el Tribunal de Punta Arenas es de 8 meses.
