88 años tenía Pedro Pascual Soto Guzmán. Desde hace algún tiempo, se había radicado en Quilpué, junto a su esposa Herminia, en casa de su hijo Mauricio.
Tiempo de Fiestas Patrias y una complicación de salud obliga a que don Pedro sea trasladado al Hospital San Camilo. Y nos dejó.
Pedro Pascual Soto Guzmán era padre del Conscripto Pedro Soto Tapia, desaparecido en diciembre de 1996, cuando cumplía su servicio militar.
El caso se transformó en tema nacional. Y en un hervidero de noticias y confusión en San Felipe. En ese tiempo, sólo se pudieron encontrar unas pocas osamentas que correspondían a él, en el Cerro de la Virgen. Pero 26 años después, la gran certeza que existe, es que no se supo nunca más de él. Si lo mataron o no. Y si es así, de qué forma ocurrió. Nada de nada. Una verdadera comedia de ocultamiento, mantos de protección, mentiras, lo que impidió que se supiera la verdad. Por siempre.
Y Pedro Pascual Soto Guzmán dejó este mundo sin saber lo que pasó con su hijo. Si lo mataron, si se suicidó, en fin. El exparlamentario Nelson Avila Contreras, acompañó desde el primer día a la familia. Y, hoy, tras la partida de Don Pedro, entregó sentidas palabras.
La misa por el eterno descanso de Pedro Pascual Soto Guzmán, será este jueves a las 11 horas en la Iglesia Andacollo. Posteriormente, sus restos serán trasladados hasta el Cementerio Municipal de San Felipe. Ahí lo estará esperando Pedro, su hijo. Y juntos, iniciarán el viaje hasta el más allá.
En el camino hablarán. Y Don Pedro, por fin, podrá respirar y descansar en paz.