Los reclamos iban aumentando en intensidad. Por lo mismo, no son pocas las voces que reconocen, en el Edificio de Salinas esquina Prat, que minimizaron el impacto que podía generar la repavimentación de Avenida Pedro de Valdivia, en el poniente de San Felipe.
Por esta misma razón, la propia Alcaldesa Carmen Castillo, debió ir hasta la Villa Juan Pablo II, para sofocar una incipiente complicación de uno de los proyectos “estrella” de su gestión. Y es que, en torno a dicha vía, viven más de 6 mil personas.
La Alcaldesa señaló que, una vez terminada la repavimentación en un plazo máximo de un año, es altamente probable que se deban instalar reductores de velocidad. Esto, para evitar que Pedro de Valdivia se convierta como ella dijo “en una pista de carrera”.