Este jueves, finalmente, se develó el misterio del tipo que apareció baleado en el Peaje Monasterio la tarde del martes.
Había sido denunciado por la madre de una niñita, a la que violó y amenazó por espacio de cinco años. Sí, este malviviente le destruyó la vida a una pequeña y a su gente.
Y qué se podía esperar de él, si viene de una familia sin Dios ni Ley. Su hermano está detenido en el sur; también por violador, pero de adultas mayores. Una tía y su madre. Como lo leyó, violó a su propia madre.
La familia de la niña abusada lo había funado en redes sociales y lo buscaba por todos lados, para cobrarse justicia, hasta que lo encontraron en el Terminal de San Felipe.
Lo agarraron y lo subieron a un vehículo. Lo golpearon, lo apuñalaron y lo balearon. Después lo dejaron botado. De todo esto no tenemos pruebas, pero tampoco dudas. Ustedes, suponemos, tampoco. Nadie las necesita. Quién no haría lo mismo?
Y apareció botado en el Peaje Monasterio. Gritaba, se quejaba, decía que era de Temuco y que le habían robado su auto.
Fue ingresado al Hospital San Camilo como NN, después dio un nombre falso.
Y cómo dieron con él? La Subprefecta María Ester Maulén, Jefa de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, lo dijo claramente: “recibimos un llamado que nos alertó”.
Lo que sigue, lo cuenta la propia Subprefecta Maulén.
El degenerado que llegó del sur, afortunadamente está detenido. Este viernes, la justicia se encargará de él.