Lo que parecía una fiscalización más, terminó en una verdadera batalla campal, con imágenes que parecían extraídas de la WWF.
Poco antes de las 9 de la mañana, comenzó un amplio operativo en Carlos Condell 151, entre Coimas y Salinas. Carabineros, Delegación Provincial, Municipalidad de San Felipe y el Servicio de Impuestos Internos llegaron al lugar donde funciona, sin permiso ni patente, una bodega de acopio de frutas y verduras, que abastece al comercio ambulante.
En el lugar encontraron al menos una tonelada de plátanos y 500 kilos de frutillas. Una inversión millonaria, que no pudo ser respaldada con documentos tributarios, por lo que procedía la incautación.
Ahí el diálogo se transformó en monólogo. Empezaron los gritos. Frutillas y plátanos se transformaron en verdaderos proyectiles. Apareció el gas pimienta y los forcejeos.
Sujetos de nacionalidad venezolana, habituados a los gritos, conflictos, escándalos y la agresividad, atacaron a Carabineros; uno de los cuales resultó con una lesión en un ojo. El Comisario Jorge Guzmán fue enérgico.
Plátanos y frutillas decomisados, valorizados en unos 3 millones de pesos, fueron repartidos durante el día en jardines infantiles, escuelas, liceos y hogares de adultos mayores de la ciudad de San Felipe.