Los incendios de la semana pasada en Catemu y en Llay Llay dejaron, como nunca millonarias pérdidas a los Bomberos de la Provincia de San Felipe. Destrucción de mangueras, o tiras, y de piscinas para acopiar agua, que provocaron daños superiores a los 5 millones de pesos.
No se han sentido valorados por el Gobierno. Les ha costado establecer coordinación con CONAF, entidad encargada de combatir los incendios forestales. Y, particularmente, en lo vivido la semana pasada, que las declaratorias de alerta amarilla o roja sean indispensables para poder restituir el material siniestrado.
Por lo mismo, Superintendentes y Comandantes de las seis comunas, se juntaron con la Delegada Provincial, tras lo cual se estableció un nuevo protocolo, el cual no va a requerir de una declaratoria de alerta para resolver la complicada situación, como lo dijo la Presidenta Provincial de Bomberos, Victoria Parra.
La Delegada Provincial de San Felipe, Scarlett Valdés Pizarro, detalló en qué consiste esta modificación que se trabajará para poder agilizar y mejorar la coordinación con CONAF.
Los nuevos protocolos estarán operativos desde enero de 2023
